En estos tiempos muchas personas desean tener un despertar espiritual y hay multitud de técnicas que nos prometen ese despertar, aunque en realidad solo necesitamos escuchar a nuestra alma. «Acalla tu mente para poder escuchar a tu alma», digo a menudo.
No existe fuera de nosotros un procedimiento específico que pueda llevarnos a la experiencia del Ser, porque tenemos ese camino dentro de nosotros y mientras lo buscamos fuera nos alejamos de él. Pero del mismo modo, cuando buscamos en nuestro interior, cualquier técnica o ejercicio guiado desde nuestra alma nos puede llevar al despertar.
A veces un acontecimiento doloroso sirve como conductor para ese cambio de percepción, para ese despertar; eso es lo que me ocurrió a mí, aunque no es necesario, ya que si te entregas a la vida no necesitas un acontecimiento doloroso para hacer el cambio. Tras un vuelco en mi vida que me llevó a tener una nueva visión del mundo y de su propósito, casi sin darme cuenta comencé a escribir Una nueva visión, un libro en el que cuento mi experiencia pero donde lo importante es que se trata en realidad de una guía para que cada persona pueda encontrar su propio camino y su proceso: su nueva visión.
Entre los muchos lectores y lectoras que han contactado conmigo tras leer y sobre todo experimentar el libro me envían muchas muestras de gratitud, porque les ha ayudado; ese es el objetivo. Una lectora, Aida Pujol, de Gerona, me escribía hace unos días: «He aprendido que el sufrimiento nos lo provocamos nosotros, ya que nuestra alma solo quiere nuestra felicidad».
Para alcanzar dicha felicidad, es decir, para experimentar una vida plena, es necesario realizar un cambio de percepción. Las herramientas para conseguirlo no son complicadas y están al alcance de todos, pero hay que saber qué hacer con ellas y por dónde empezar. Tampoco es un camino largo y difícil, pero en realidad se trata de dejar de buscar fuera aquello que se encuentra a solo unas respiraciones de distancia.
Una vez encontramos a nuestro guía interior, las casualidades dejan de ser casuales, las señales aparecen en forma de intuiciones o sueños y descubrimos un camino simple, que nos aleja del sufrimiento y nos acerca al Amor con mayúsculas; no a un amor irreal y perecedero, sino a un Amor Real y Eterno.
Rosa Riubo
Autora de Una nueva visión
Diversa Ediciones
www.diversaediciones.com
