Reiki y Meditación

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Las raíces del Reiki, mi esencia

He leído sobre Reiki, incluso lo he estudiado y he cursado algunos de sus niveles, pero, en realidad, todavía no consigo comprender en qué consiste ésta, dicen, maravillosa técnica de sanación. Creo que tampoco entiendo bien qué es un proceso de sanación. Además, durante los últimos años he leído que es una pseudoterapia que no sirve para nada porque, como dice la etiqueta, es una falsa terapia (seudo, o pseudo, significa falso). Así́ que aquí́ me encuentro intentando solventar mi desconcierto.

Reiki, como método, fue concebido por Mikao Usui, practicante budista, que hizo muchos estudios sobre este tema; incluso indagó en profundidad en los arcanos de los monasterios budistas para llegar a formular un método de canalización de la energía que hoy en día tiene una formidable acogida.

¿Cómo pudo una persona nacida en Japón en 1865 concebir un método que revolucionó, en cierta medida, costumbres de la época y que ha llegado hasta nuestros días con una fuerza que sigue creciendo a cada momento? Hay que tener en cuenta que no había sistemas de comunicación eficaces y, ni mucho menos, Internet y redes sociales.

La cuestión radica en que este método conecta al ser humano de cada época con nuestros ancestros, entendidos como la herencia que recibimos a través de cada generación que permanece intacta en el fondo de nuestro ser (los científicos dirían, quizás, que se encuentran en el ADN de nuestras células)

¿Qué formidable capacidad puede tener el método Reiki que atrae a millones de practicantes en todo el mundo? ¿Es posible que exista una fuerza de sugestión universal que alcance a tantos seres humanos?

Las raíces del Reiki son tan antiguas como la humanidad; se encuentran en la esencia, en el núcleo vital del ser humano según la tradición yóguica, Anandamaya Khosa el Amor, entendido como amor universal, la Compasión, un amor libre de apego y deseo que se extiende hacia el Todo, la integración del Ser con el Universo. Dicho así́ puede resultar simplista y poco realista, pero es imprescindible hacerlo de esta manera. Su Santidad el Dalai Lama nos dice que, para cambiar el mundo impregnado de tanto sufrimiento, es primordial que cada uno cambie en su interior buscando y conectando con nuestras raíces; el Amor Universal, la Compasión; no hay otra forma, añade.

Es muy importante salir de la corriente acelerada y consumista que nuestra sociedad nos impone basada en la rapidez de todo; las comunicaciones, el trabajo, las relaciones. “No podemos permitirnos ni una simple gripe”

El Maestro de Yoga y Meditación Emilio J. Gómez (1) nos apunta lo siguiente:

No importa el coste que a nuestro cuerpo y mente le pueda deparar. No importa la desconexión con tu alma. De este modo, tarde o temprano, la máquina, por muy bien hecha que esté, acabará resintiéndose. Es inevitable. Acudiremos a la medicina convencional y observaremos con pánico que tiene en cuenta todos los componentes excepto uno; a nosotros mismos. No debe extrañarnos, nosotros hemos sido los primeros en olvidarnos

La práctica del Reiki, siguiendo el método en toda su extensión y observando escrupulosamente sus cinco principios, aporta esa conexión con las raíces, siempre nutritivas, de nuestra esencia humana y nos libera de las ataduras de la sociedad actual basada en el apego y el deseo, la codicia, la ambición sin medida, de la superficialidad de lo fácil (el vacío en realidad)

Ahora entiendo mis dudas contenidas en las primeras líneas de este ensayo; no es posible comprender el mundo que me rodea con los ojos cerrados, dormido, es necesario despertar, el despertar de la conciencia a través de la práctica del Reiki.

La conciencia per se no se puede cambiar, es necesario cambiar nuestro sistema de creencias que está generalmente cargado de elementos negativos. Nos han puesto delante de nuestros ojos (cerrados) un mundo irreal que nos ofrece, aparentemente, felicidad y bienestar. Compruebo que no es así́, que detrás de la forma de vida que llevamos hay mucho sufrimiento, muchas emociones sin gestionar, mucho bloqueo de la energía vital que me nutre y que, como consecuencia, me hace enfermar y sentirme mal.

Enciendo el televisor y la radio, me asomo a la prensa y veo dolor y sufrimiento, apenas hay hueco para la esperanza, casi todo apunta hacia la fatalidad, la muerte trágica. Me contamino con ello y sufro, me embarga el desánimo y cuestiones por solucionar, se me antojan problemas irresolubles. Me siento mal.

Pero entra un rayo de luz, de esperanza, por la claraboya de mi mente. Adivino que hay una solución, sea cual sea, para cada cuestión. Descubro, más bien intuyo, que la solución está en mi interior, que si abro mi mente a la práctica del Reiki observando los cinco principios, toda la negatividad se disolverá́ igual que la luz consume a la oscuridad.

Sólo por hoy no me preocuparé, no me enfadaré, agradeceré́ por cada aliento de vida, viviré́ en armonía y honestidad conmigo mismo, y seré́ amable, desplegaré todo el potencial que albergo en el núcleo de mi ser. Así́ es el Reiki. Viviré́.

Miguel Alameda

(1) Silencio Interior. Ensayo sobre meditación. Emilio J. Gómez
Ediciones Silencio Interior.

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