Los sofocos menopaúsicos, ¿Cuál es su causa?

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Los sofocos son los síntomas más comunes en la etapa de la menopausia, o mejor dicho, del periodo del climaterio. Casi todas las mujeres en los países industrializados (excepto aproximadamente un 15%) experimentan por lo menos una o más veces oleadas de calor, las cuales suelen ir acompañadas de rojez en la cara, cuello o pechos.

En la perimenopausia, que generalmente empieza a los 45 años y dura sobre 5-10 años más, el nivel de hormonas sexuales empieza a descender. El distinto ritmo y grado de esta bajada puede distraer el funcionamiento del centro térmico del sistema nervioso central. Y esto es lo que causa los sofocos. 

¿Es posible que estos acaloramientos tengan otras causas? 

Según Aviva, la diseñadora del Método AVIVA, cuando nuestro cuerpo está lleno de toxinas, intenta ayudar al proceso de desintoxicación calentándose y quemando así las toxinas.  

Desde una perspectiva energética u holística podemos vincular los sofocos así como las migrañas, problemas cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y las palpitaciones, con el desequilibrio del 4º chakra, el chakra de corazón. 

Cuantos más “asuntos sin resolver”: miedo, recuerdos suprimidos del pasado, etc, tengamos en este centro emocional o energético, más intensos serán los síntomas. Hay algunas cuestiones que valdría la pena preguntarnos si experimentamos estas señales corporales:

√ ¿Sentimos pasión y alegría en relación con nuestra vida, trabajo, relaciones, actividades que hacemos día a día?

√ ¿Cuál es el deseo de nuestro corazón?¿Lo seguimos?

√ ¿Hay amor y aceptación hacia nosotras mismas y hacia los que están alrededor de nosotras?

Además de los cambios hormonales y bloqueos energéticos hay factores externos que pueden influir en la intensidad y la duración de los sofocos tales como:

ansiedad, estrés

una dieta rica en azucares simples y carbohidratos refinados

el alcohol

el café.

Según otra explicación, el cuerpo envía intensas oleadas de energía a los chakras para quemar y limpiar los bloqueos energéticos que obstruyen el flujo natural de la energía. 

Esto sería muy lógico también. El objetivo es el mismo que en el nivel físico, es decir, quemar  toxinas corporales y emocionales. Entonces si pudiéramos ver estas oleadas de energía como una onda que nos revitaliza, equilibra y sana, podríamos aprovechar sus beneficios y con esto mejorar nuestra aceptación hacia este estado. Y si hay más aceptación tal vez la intensidad de los sofocos pueda volverse más débil. 

Otra manera de ayudarnos es afrontar esos asuntos emocionales no resueltos. Si nos atreviéramos a meter en el agua de nuestros sentimientos, el cuerpo ya no tendría la necesidad de enviar mensajes en forma de síntomas físicos. Tengamos presente que la sanación es a través del sentir…para curarse hay que sentir. 

Remedios naturales

La experiencia demuestra que la meditación o cualquier técnica de relajación pueden aliviar los síntomas vinculados con el disfuncionamiento del cuarto centro energético. Además es muy aconsejable hacer cambios en la dieta e intentar abandonar los azúcares simples, carbohidratos refinados, alcohol y café. Y nos vendría muy bien hidratarnos con agua pura, nuestra piel también lo agradecería. Finalmente, practicar actividades aeróbicas mejora la circulación, y como resultado la energía puede fluir con más facilidad. 

En esto pueden servirnos los ejercicios del Método AVIVA, porque con los 18 ejercicios específicos se aumenta el flujo sanguíneo en la zona pélvica pudiendo llegar a triplicarse. 

Como resultado del aumento de irrigación sanguínea los órganos de esa zona van a conseguir más hormonas, vitaminas, nutrientes y oxígeno. La desintoxicación se vuelve más rápida y también nos ayuda a quemar los bloqueos energéticos, especialmente los que están en los chakras sacro y corazón. 

Como los movimientos estimulan la hipófisis, con mayor irrigación sanguínea los órganos de la pelvis efectivamente van a obtener más hormonas. En consecuencia el efecto hormonal no va a dejar que la vagina se comprima y se reseque. 

El cuerpo podrá mantener un mejor equilibrio endocrino haciendo más suave las fluctuaciones de las hormonas y no tendremos que sufrir los síntomas no deseados tales como sofocos, sequedad vaginal y cambios de ánimo, por mencionar los más frecuentes.

Método Aviva
info@vidaviva.eu – Tel. 638437389
www.vidavida.eu/es

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