Las Terapias Esenias y Egipcias Mucho más que una técnica…

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La palabra Esenio provoca en muchos de nosotros un recuerdo familiar… algo nos atrae hacia quienes eran los esenios, su cultura, su forma de vivir, su filosofía y también su manera de afrontar la enfermedad y recuperar la salud. Este pueblo tenía un conocimiento ancestral del funcionamiento holístico del cuerpo, o, mejor dicho, de los cuerpos que forman parte de la realidad del ser humano. Lo heredaron de sus antepasados, concretamente del pueblo egipcio, para ellos la relación con el cuerpo era muy sagrada. Toda esta herencia está contenida en las Terapias Esenias y Egipcias, Daniel Meurois, es la persona que hace más de 30 años recibió toda la información relativa a estas técnicas, y años después con su esposa Marie Johanne Croteau las estructuró de nuevo en esta época. 

¿Qué aportan estas terapias?

Una de las cosas más importante equilibrio entre el cuerpo y el alma. Cuando el alma quiere ir en una dirección y la personalidad hacia otro, es cuando llega el conflicto y el desequilibrio. ¿cuántas veces estamos haciendo algo que realmente no sentimos? Muchas… 

Estas terapias te aportan energía, vitalidad, alegría y confianza en ti mismo. Te ayudan a entender que cuando hay un conflicto dentro de ti, no es a través de la lucha como se consigue resolverlo, sino de la escucha. 

Es necesario parar, respirar y estar atento a la información que nos llega desde dentro, desde ese espacio sagrado al que casi nunca prestamos atención.

“Una de las primeras preguntas que los sacerdotes-terapeutas del Egipto de Akhenatón hacían a sus enfermos era esta: “¿Contra quién o contra qué estás en guerra?” Del mismo modo, el Cristo preguntaba frecuentemente a los que buscaban la curación a su lado “Dime, ¿quién es tu enemigo?””
Así curaban ellos – Daniel Meurois

Las innumerables máscaras que nos ponemos para adaptarnos a esta sociedad nos impiden acercarnos a nuestra realidad.

Entonces, ¿qué nos aportan las terapias esenias?, la verdad es que nos abre las puertas de nuestro corazón, nos acercan a nuestra alma, nos acompañan para que podamos elegir el camino que verdaderamente anhelamos, y, sobre todo, nos aportan las herramientas para ser libres, para salir de los condicionamientos mentales que sólo nos aportan sufrimiento.

No existe “el camino” único y elegido. Existen tantos caminos como conciencias, cada uno debe reconocer el suyo y seguirlo, no porque un gurú o un maestro se lo diga, sino porque reconoce la senda de su propio caminar, libre, sin condicionamientos.

“Algo en nosotros conoce la dirección que hemos venido a tomar y a aprender”
Advaita – Daniel Meurois

La enfermedad como necesidad

“Los egipcios admitían el hecho de que hay enfermedades que deben ser vividas hasta el final y que sea cual sea el terapeuta que esté frente a ellas, la Inteligencia de la Vida actúa de tal modo que estas juegan su papel depurador en su totalidad…”
Así curaban ellos – Daniel Meurois

Existe otro factor que interviene sobre el ámbito de vuestro estado de bienestar. Podríamos llamarlo factor necesidad. Los terapeutas egipcios y esenios creían que algunas enfermedades se presentan en nuestro camino sin que podamos evitarlas, simplemente porque son necesarias para nuestro avance, independientemente de cuál sea nuestra actitud frente a la vida. Y esto es simplemente por el carácter educador que pueden tener para la persona. Educador, como adjetivo en su sentido global, estos son de despertar, de depuración, de estimulación y también… de cita kármica.

Por eso es importante conocer cuál es el papel de un terapeuta en una sesión de terapia esenia y egipcia. Su papel es de acompañar, cuidar y sobre todo respetar el camino del otro. Esta es quizá la parte más difícil cuando lo que queremos es sanar… pero nadie sana a nadie, la capacidad para sanarse la tiene cada uno, porque aquí estamos hablando del Alma. 

“Los esenios no permitían a cualquier persona ser terapeuta, por más que estudiasen para ello. Les observaban durante meses para ver si realmente eran personas coherentes y capaces de gestionar ese don. 

Una de las características de un verdadero terapeuta es tener la capacidad de dejar su ego a un lado y simplemente estar al servicio de la energía universal, de la luz y del amor hacia los demás.”
Así curaban ellos – Daniel Meurois

Como formadora y terapeuta en esta técnica, he podido constatar y sigo haciéndolo que la parte más difícil a la hora de colocarte frente a una persona que está sufriendo, ya sea física o emocionalmente, es la de separarse de su proceso, ya que las ganas y el deseo de que con la sesión la persona se encuentre mejor es, la mayoría de las veces, lo que prevalece. 

Por eso, el terapeuta tiene que cultivar la humildad, de verdad, de corazón. Tiene que ser consciente de que no va a salvar a nadie, sólo va a acompañar a la persona a que redirija su energía hacía la dirección que le pide su alma. Eso es hacía lo más sagrado de ella.

Y para poder hacer eso, antes debemos haber experimentado y vivido esa realidad en nosotros. La coherencia debe imponerse siempre en una sesión. 

Esther Pertegal
Terapeuta y formadora en Terapias Esenias y Egipcias
www.esenia.es – info@esenia.es

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