Facilitar la vida

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El pasado 28 de febrero el gobierno publicó una lista de 73 pseudoterapias y estudia otras 66 posibles entre ellas la acupuntura y la homeopatía.

En esta primera lista, me he encontrado que está incluida la Técnica o Masaje Metamórfico. Escribo este artículo para deciros a las personas que queréis aprender o recibir este masaje que no hacemos terapia científica ni lo hemos pretendido nunca. La Terapia Floral del doctor Bach, también está incluida, y estoy segura de que cuando descubrió cómo influían determinadas flores en las personas con problemas emocionales y cuál era la mejor forma de administrarlas su idea principal era ayudarlas, no hacer ciencia.

Entre las 66 que se estudia publicar se encuentran técnicas tan reconocidas a nivel mundial por su efectividad en el equilibrio del cuerpo como el Chi-Kung, el Tai-Chi, el Yoga, el Drenaje Linfático Manual, la Fitoterapia, la Homeopatía, Kinesiología, Macrobiótica, Masaje Tailandés, Medicina Natural China, Musicoterapia, Naturopatía, Osteopatía, Programación Neurolingüística, Psicoterapia Integrativa, Seitai, Shiatsu, Quiromasaje, Quiropráxia, Reflexología o Reflexoterapia Podal, Reiki, Técnicas de Liberación Emocional, Técnicas de Relajación, Terapia Cráneo-sacral, Terapia de Polaridad, Flores de Bach y algunas más.

Según el ministerio aún no hay fecha para que entre en vigor el decreto, pero todo centro sanitario que ofrezca pseudoterapias deberá cerrar sus puertas. En principio, si un centro no sanitario ofrece pseudoterapias diciendo que curan o ayudan a mejorar síntomas patológicos o enfermedades, la regulación podría intervenir y prohibirlos, aunque este punto todavía no está claro.

Todos estos datos los he extraído del Diario Médico del día 1 de marzo de este año.

Hace unos años publiqué un artículo titulado: “Qué nos impulsa a convertirnos en terapeutas”. Yo llegué a este camino desde el mundo científico, ya que soy licenciada con grado en Biología. Estuve trabajando un tiempo en investigación y sé perfectamente lo que es un experimento a doble ciego. Pero mi camino debía de ser otro porque no me dieron beca para poder continuar mi tesis doctoral y la dejé. Unos años después empecé a introducirme en el campo de los masajes y decidí aprender diferentes técnicas. Así descubrí que mi propósito en la vida era poder ayudar a otra persona a sentirse mejor utilizando como herramienta de trabajo mis manos, mi conocimiento del cuerpo y mi pasión por sacarle todo el potencial.

Una de las partes más importante de este trabajo es saber escuchar lo que nos cuentan las personas y lo que cuenta su cuerpo.

Nunca he pretendido curar a nadie, de hecho, siempre digo lo mismo: “yo no curo, es la persona la que se cura, solo estimulo determinadas zonas de sus pies implicadas en la regulación del cuerpo, después, ella hace el trabajo equilibrándose hasta donde pueda llegar”.

Yo no soy la importante en esta ecuación de dos, es ella.

Creo que en todo camino que emprendemos en la vida debemos buscar siempre el conocimiento de nosotros mismos y el sentido que le damos. No sólo lo material nos satisface, lo hace mucho más esa parte espiritual y de crecimiento interior tan íntima de cada uno de nosotros.

Gran parte de lo que la sociedad actual nos vende, pasa por conseguir muchas cosas materiales con el mínimo esfuerzo, nos engaña con la falsa creencia de que se es más feliz cuanto más se tiene. Nuestro ego nos lleva a pensar que lo que yo hago es lo bueno y lo mejor, desprestigiando la labor de otras personas. Pero si observamos objetivamente lo que le sucede, vemos que cada vez está más polarizada, en un extremo de esa polaridad coloco lo científico y, todo lo que no cumpla el requisito para considerarse como tal, lo coloco al otro extremo, lo desprestigio y decido que ya no vale, aunque se haya practicado durante miles de años cuando no existía otra medicina.

En toda esta persecución no he visto en ningún momento que se haya escuchado lo que todos los profesionales que nos dedicamos a estos campos, tenemos que decir.

Muchos de los colegas que practicamos masajes o técnicas, ahora denominadas pseudoterapias, hemos pasado por muchos años de formación, de trabajo y experiencia, que nos han ayudado a entender mejor lo que el cuerpo grita a través de los síntomas.  

Porque no hayamos hecho un experimento a doble ciego con nuestros clientes, no quiere decir que una técnica no sea efectiva.

En Estados Unidos hay muchos experimentos realizados con sanadores, para verificar que, incluso con el pensamiento y a distancia, podemos influir en otras personas. Suelo recomendar un libro que me gustó mucho: “El Campo”, de la señora Lynne McTaggart. En él se habla de cómo en el universo todo está conectado.

En el año 2015 tuve la oportunidad de estar en su curso de: “El Experimento de la Intención”. En él expone infinidad de datos sobre distintos estudios que se han realizado en diferentes universidades del mundo sobre cómo influimos con nuestro pensamiento en los demás e incluso en máquinas. En la actualidad, dirige su propio Experimento de la Intención a nivel mundial en una plataforma de internet donde colaboran personas de todo el mundo.

A lo largo de la historia hemos visto que determinados conocimientos, que en un momento no se podían demostrar, han quedado sobradamente demostrados cuando se han creado los aparatos necesarios para observarlos, como, por ejemplo, la circulación de la sangre o que la Tierra gira alrededor del Sol, o lo que hoy está más cerca de nosotros, la física cuántica, donde una de las premisas es que el observador influye en el resultado del experimento.

Mirando el dibujo de una mariposa y viendo su transformación a través de la metamorfosis, me doy cuenta de que cuando comparto metamórfico con alguien no pretendo hacer ciencia ni curarle, sólo escucharle con respeto y amor, acompañándole en una parte de su camino por la vida, sobre todo cuando se siente perdido o no entiende lo que le sucede.

Escucharle inspira el amor que deseo transmitir a través de mis manos. No es terapéutico, es ante todo espiritual, es establecer un diálogo de alma a alma que está muy por encima de la ciencia conocida y medible. Es como cuando alguien te abraza con todo su corazón y está ahí para que sepas que no estás solo.

Sé que muchos de mis colegas sienten lo mismo, y también mis alumnos. Hacemos algo que no es ciencia, que no se puede medir.

Ese es mi verdadero camino, ayudar a otras personas a dar pasos  aunque parezcan pequeños, para llegar a conocer su inmenso potencial y dejar de ser esclavos de sus patrones aprendidos o heredados. 

Esto está muy por encima de la ciencia. Es en definitiva FACILITAR LA VIDA.

Soy una persona feliz con mi trabajo, que amo profundamente la técnica Metamórfica y la Reflexoterapia Podal, y las seguiré practicando, y, quien quiera experimentarlas, será siempre bienvenido.

Desde mi corazón GRACIAS a todas las personas que siempre estáis ahí.

Carmen Benito
www.carmenbenitobioestetica.com

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