Entre la vida y la muerte

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¿Cómo podemos acompañar a un ser que deja este mundo?

¿Este mundo nos enseña realmente a vivir? Realmente, si somos sinceros, habría que responder que no… Y por lo tanto No nos enseñan a morir y cuando llega ese momento, a cualquier persona cercana a nosotros, tampoco sabemos acompañarla en su proceso. Realmente tanto el morir como el nacer, ha quedado en un segundo plano en nuestra sociedad… nos hemos separado de la sabiduría antigua y auténtica.

Se puede decir que la vida y la muerte son las dos caras de una misma moneda. Cuando se habla de muerte, se está hablando irremediablemente también de la vida, porque la una no va sin la otra. Aunque nos empeñemos en intentar dar la espalda a palabra muerte, es imposible hacerlo porque va unida a la vida. En realidad, la muerte provoca sólo un cambio de estado, pasamos de ocupar un estado físico a pasar a estados más sutiles, es decir, a otra realidad.

¿Cómo sabemos que esos planos existen?

Cuando las mentes incrédulas nos dicen que nadie ha vuelto para contarlo, se puede decir que esta afirmación no es del todo cierta…, cada uno de nosotros experimentamos esos otros planos a lo largo de nuestra vida ¡cada día!

Sí, podemos aseverar que esos otros planos de conciencia son donde pasamos mucho tiempo de nuestra vida. Cuando dormimos, por ejemplo, lo que ocurre es que salimos de nuestra envoltura física para habitar en otro plano de vibración diferente, el plano astral. Cuando estamos vivos y salimos de nuestro cuerpo estamos unidos por lo que se llama el “cordón de plata” y eso hace que sólo estemos ahí durante las horas en las que estamos “dormidos” y después volvemos a nuestro cuerpo. Cuando llega la muerte, ese cordón se corta y dejamos de estar conectados al cuerpo que nos ha servido de envoltura momentánea, realmente esta es única diferencia.

También accedemos a dichos planos en algunas experiencias con terapia regresiva sin hipnosis, como la que realiza el Dr. Juan José López Martínez, o en estados cercanos a la muerte, cuando la persona está clínicamente muerta y vuelve a la vida con una experiencia vivida en los otros planos de conciencia.

Esta otra realidad paralela, ya empieza a demostrarlo la física cuántica. Y estamos seguros de que muy pronto la ciencia llegará a acercarse más a esta evidencia.

«Todo aquel que ama sin pretender dominar ni poseer toma enseguida conciencia de la unidad absoluta de todo. Objetiva y experimenta de forma directa el sueño de los poetas. Trae al mundo el Uno, a Dios en él».
Visto desde arriba, Daniel Meurois

¿Qué ocurre en el momento de la muerte?

Es importante comprender bien el fenómeno de la muerte y lo que ocurre cuando llega ese momento para poder vivir más conscientemente, sin miedos, y así poder ayudar también a través del acompañamiento a las personas que van a dejar su cuerpo físico.

El Miedo

Sobre lo que ocurre y cómo ocurre hay muchos libros y profesionales que se adentran en la explicación de ese momento. Pero hay aspectos básicos que toda persona debería conocer, porque cuando se acerca el momento de la muerte, lo primero que aparece, en la mayoría de los casos, es el miedo. El miedo producido por una falta de conocimiento de lo que somos, de quiénes somos. El concepto de que somos un Alma habitando un cuerpo físico, muchas veces se tiene como idea, como un simple conocimiento aprendido y en el que uno quiere creer, pero no es algo que se sienta y experimente en su verdadera realidad.

Todos somos Almas habitando un cuerpo físico. Es decir, tenemos vidas sucesivas, vamos cambiando de cuerpos, de familia, de país, de continente….

“Creo que estamos en la obligación de seguir observando, de forma imparcial, estas experiencias como evidencias objetivas que son, junto con los hechos comprobables que las acompañan; y no desecharlas simplemente porque la ciencia aún no pueda demostrarlas. La creencia en la reencarnación o trasmigración de las Almas es parte de la historia del pensamiento humano.

El hinduismo, así como la mayoría de las religiones orientales, sostienen firmemente su creencia en la existenciade la reencarnación. También en la primera época del cristianismo se aceptaba la creencia en la reencarnación, hasta que en el año 325 de nuestra era, Constantino el Grande, eliminó las referencias a la reencarnación contenidas en el Nuevo Testamento. Posteriormente, en el año 535, el emperador Justiniano manifestó su postura en contra de los escritos de Orígenes de Alejandría, uno de los más grandes y sistemáticos teólogos de la cristiandad, que defendía la existencia de la reencarnación.”
El Eterno presente del Alma – Juan José López Martínez

El apego

Cuando comprendemos la reencarnación, pero de forma profunda, entonces podemos superar el siguiente aspecto que aparece cuando uno tiene que dejar este cuerpo físico: el apego.

Es la pena, la tristeza de abandonar todo lo que quieres, los seres queridos, los lugares donde eres feliz, etc…

“De manera general, las almas que se confrontan con un problema de apego continúan reproduciendo los mismos gestos y llevando a cabo los mismos recorridos, hasta que un barquero o un guía los incita a ‘despertarse’ para que entren en un espacio vibratorio de esperanza y, por tanto, de luz. Es un caso muy común entre aquellos que han sufrido una muerte violenta, aunque nunca se puede generalizar: he podido constatar que, efectivamente, el hecho de marcharse de forma repentina puede fácilmente provocar que el difunto crea que sigue vivo y entre nosotros, y que experimente entonces un estado de desarraigo y de incomprensión hacia lo que él percibe a su ‘alrededor‘, puesto que se siente muy vivo a nuestro lado y nosotros no lo vemos.”
Almas atrapadas. 12 casos reales para comprender– Marie Johanne Croteau

Ahora que estamos vivos, deberíamos tener presente nuestra realidad multidimensional, que es lo que verdaderamente perdura.

“En verdad, la pregunta nunca ha sido tan precisa: ¿qué queremos?,¿reaprender a vivir o darnos por vencidos y aceptar volvernos insensibles?

Todo depende de la mirada que decidamos dirigir sobre nuestra vida y sobre lo que se le presenta a nuestro libre albedrío.

En lo que a mí respecta, me parece estar cada vez más seguro de que el estado doloroso de nuestro mundo tiene finalmente una virtud mayor: la de invitarnos a perder, sin esperar más tiempo, las escamas de nuestros egoísmos y de nuestras superficialidades, mostrándonos con insistencia la única salida de emergencia que haya, una salida que tiene el rostro de un incorruptible espacio de ternura, pureza y paz que nos espera en el centro de nuestro pecho. En silencio…”
Daniel Meurois

Ediciones Isthar Luna-Sol
www.istharlunasol.com

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