Energía y proteínas para afrontar el invierno.

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La carne no es en absoluto necesaria para el mantenimiento de una perfecta salud, vigor y vitalidad. Por el contrario, es altamente dañina para la salud y acarrea una multitud de dolencias.
Swami Sivananda, Senda Divina

La bondad de lo simple: Frutos secos

Forman un todo perfecto, pequeños tesoros completos con un alto poder nutricional. Son de los pocos alimentos, junto con la fruta, que podemos consumir tal y como nos lo ofrece la naturaleza. Llevan incorporados sus propios mecanismos de conservación, no necesitan frigorífico.

La única manipulación que algunos necesitan es que los partas y los pongas en remojo como las almendras. O bien que los muelas como las semillas de linaza o de lino. Ellos mismos marcan su fecha de caducidad, no más de un año, pasada esta fecha se ponen rancios y no son fáciles de enmascarar.

Están cargados de prana, pues se crían con el sol del verano para que nos sirvan de alimento  durante el invierno. Son una muestra más del buen hacer y de la sabiduría de la Madre Naturaleza. Nuestra sabiduría debe consistir en cuidar que formen parte de nuestra dieta y que estén presentes en nuestra despensa. Y en hacer una ingesta casi diaria (sobre todo en los meses fríos) en muy pequeñas cantidades. Por esa razón es por la que su tamaño es  pequeño, porque no necesitamos ingerirlos en grandes cantidades.

Comer en exceso es una de las causas principales de muchas enfermedades. Cuando se come demasiado, no se deja ningún descanso al estómago. Aunque somos personas civilizadas, cuando llega la hora de comer cometemos muchos desatinos. Las personas suelen comer  el doble de lo que necesita su sistema. Esto impide una buena eliminación, asimilación y crecimiento. Todos los órganos se ven sometidos a un exceso de trabajo y enferman rápidamente. Por ello, evita comer en exceso y observa una moderación perfecta en la dieta.
Swami Sivananda, Senda Divina

Variedad y simplicidad

La mejor forma de adquirir y conservar los frutos secos es comprarlos enteros con su cáscara. Tendrán mejor sabor. Asegúrate de comprarlos en una tienda dónde las existencias sean frescas. Fíjate igualmente en la fecha de caducidad y en el aspecto del paquete. Los frutos secos y las semillas, al tener un importante contenido en grasas se pueden poner rancios rápidamente cerca de una fuente de calor. Es mejor conservarlos en un sitio fresco y si no está fresco conservarlos en la nevera. Los frutos secos partidos, cortados o molidos se echan a perder muy rápido. Por ejemplo las semillas de linaza y las semillas de sésamo las tienes que moler justo cuando las vayas a consumir.

Existen muchas variedades aquí presentamos las más comunes:

Almendras: Muy rica en ácidos grasos insaturados y proteínas. Tiene un alto contenido en fibra, proteínas, calcio, magnesio, fósforo, hierro, zinc, vitaminas B1, B12, E. Es un protector de la actividad cardiaca.

Anacardos: Son ricos en vitamina B1, B2 y B5. Como minerales contiene selenio, magnesio, potasio, calcio e hierro. Tiene un alto contenido en calorías 577,60 kcal por cada 100 g.

Avellanas: Aportan vitamina A y vitamina E. La vitamina A previene problemas visuales y la vitamina E es antioxidante. Contienen 650 kcal por 100 g.

Castañas: Es el fruto seco con menos grasa, un alto contenido en agua y una mayor cantidad de hidratos de carbono. Es rica en potasio, hierro y vitamina B. Es el fruto seco típico del otoño

Nueces: Protegen contra el cáncer y las enfermedades del corazón. Reducen el colesterol por su alto contenido de ácido antioxidante y grasa monoinsaturada que protege las arterias. Contienen vitamina E y selenio. Es el fruto más rico en zinc y cobre, favorece el sistema nervioso.

Semillas de calabaza: Dos cucharadas aportan cinco gramos de proteína utilizable. A diferencia de otras semillas, las de calabaza contienen cantidades apreciables de lisina e isoleucina (aminoácidos esenciales). Son ricas en ácidos grasos insaturados y contienen mucho hierro y fósforo y zinc. Tostadas se pueden añadir a la ensalada.

Semillas de girasol: Son un alimento altamente nutritivo. Casi dos tercios de sus proteínas son utilizables por nuestro organismo. Son una buena fuente de ácidos grasos insaturados, potasio, zinc y fósforo. También contienen cantidades importantes de hierro y magnesio.

Semillas de sésamo: Fueron cultivadas desde tiempos remotos para obtener aceite vegetal. Son una fuente excelente de minerales, especialmente calcio y contienen además de los ácidos grasos, lecitina, vitaminas del grupo B y vitamina E.

Aporte Nutricional

Los frutos secos y las semillas oleaginosas son una fuente concentrada de nutrientes esenciales. Aportan proteínas y un contenido razonable de fibra. Su principal aporte nutricional es en ácidos grasos insaturados, por eso son alimentos muy energéticos. Casi todos los frutos secos oscilan entre 500 y 600 kcal por 100 g excepto las castañas. Todos contienen hierro, zinc y magnesio en cantidades importantes. También son ricos en otros minerales como el calcio y en vitaminas, sobre todo vitamina E y las vitaminas del grupo B.

Los ácidos grasos insaturados son imprescindibles para garantizar la normal función de las células del cuerpo y para mantenernos sanos. Sabemos también que el envejecimiento demasiado rápido de las paredes de los vasos, sobre todo de los arteriales, está en conexión con una insuficiencia en ácidos grasos insaturados. También se le atribuye la degeneración cancerígena de la célula. Así los ácidos grasos insaturados son un elemento vital cuya carencia, a la larga, hace imposible mantenerse sano. Estos ácidos grasos insaturados son adecuados en los casos de hígados delicados o que no toleran bien las grasas. Y ayudan a reducir los niveles de colesterol.

Mantén la cabeza despejada y no hagas excesos: gozarás de salud.
Toma el sol, pasa mucho tiempo al aire libre.
No hay mejor médico que el sol y el aire libre.
Come alimentos sencillos.
No comas en exceso, ni demasiado poco.
Haz suficiente ejercicio.
Conviértete en tu propio médico.
Swami Sivananda

Desayunos nutritivos y energéticos

El desayuno, una comida frecuentemente menospreciada, consiste demasiadas veces en un bol de cereales envasados, o un trozo de pan blanco seco (la omnipresente tostada) y una taza de café, engullidos deprisa y corriendo. Para muchos nutricionistas esta comida es la más importante del día. El desayuno puede ser ligero o copioso, según las costumbres de cada persona, pero no hay que pasarlo por alto. Si tomamos un desayuno saludable, tenemos menos probabilidades de ceder a media mañana a tentempiés poco sanos, o de tener tanta hambre a mediodía que comamos en demasía.

Información facilitada por el Centro Internacional de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid
www.sivananda.es  Tel.: 913615150
www.sivanandagranada.es     Tel.: 660288571

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